Cuando están maduros los frutos de la Lophophora, estos se quitan de la planta con cuidado de no arrancar los pelos. Los desmenuzamos cuidadosamente con las manos encima de un bol, quitando todos los restos del fruto que podamos. Esto es importante para evitar la aparición de hongos en los semilleros.
Una vez hecho esto, ponemos agua con un poco de jabón líquido natural en un recipiente con agua y durante unos minutos presionamos ligeramente las semillas para lavarlas.
Una vez hecho esto filtramos el agua con las semillas a través de un filtro de café:
Presionamos con suavidad las semillas para que se despeguen de los restos del fruto y a continuación las pasamos a un papel absorvente como papel higiénico o papel de cocina:
Repetimos el proceso para limpiarlas, presionándolas ligeramente para que queden limpias. Cuando estén secas las ponemos sobre un folio doblado (es mejor no hacer el pliegue como aparece en la foto):
Colocamos un bol abajo y movemos el folio y las semillas caerán, dejando las partículas menos pesadas en el folio:
Quitamos los posibles pizcos que queden y las envasamos. Funcionan bien los sobres para guardar monedas o sellos:
Posteriormente podemos guardar estos sobres en un bote hermético, de manera ideal con unas bolas de gel de sílice para mantenerlas completamente secas.